lunes, 12 de septiembre de 2011

Toros y más toros en Navarra

Venimos contando lo difícil que es cumplimentar las ordenanzas en los encierros. Si ya tuvimos desgracias cercanas con muerte, ayer, un muchacho, según comentan testigos en estado de embriaguez que lo inhabilita para estar en el evento, fue otro de los arrollados por la manada. En Milagro, en concreto, tierra de cerezas, un joven de 33 años, nacido en Cadreita, vecino de Calahorra, y que responde al nombre de Iñigo García, recibió cuatro cornadas en sus piernas, de uno de los novillos que se sueltan. Parece ser que quieto como podía en tablas, dentro del recorrido, y tras el paso del encierro de las 9 horas, se dio suelta de vaquillas y de un novillo, como tradicionalmente se viene haciendo. Ese novillo fue el que pillo al carajote, mojado interiormente, y sin posibilidad de reaccionar ni para entrar a refugiarse. Cosas que pasan, y que, estas sí, debieran ser evitadas. Porque otras heridas por contusiones hubo, normales en un acto como este. Pero, ser pillado a mano ocupada y sin poder dar un paso firme, es lo rechazable.

Y el sábado en Cintruénigo nos cuenta Manuel Sagües en su crónica en el Diario de Noticias frases como esta, que nos dicen mucho de lo pasado. La foto es del propio Manolo.

Demasiadas orejas en la corrida mixta cirbonera para lo degustado artísticamente en el ruedo. Orejas, hasta siete, que se repartieron de forma festivalera el rejoneador Manuel Manzanares (dos), Antronio Ferrera (tres) y Salvador Cortés (dos). El jinete alicantino debía tener algo muy importante que hacer, pues pidió permiso para ausentarse, con lo que se perdió la guinda del triunfalista festejo que no era otra que la salida a hombros con sus compañeros de a pie. No es por joder a nadie, ni mucho menos (aún menos en una feria cirbonera que de la mano de Taurovisión intenta resurgir de sus cenizas), pero la corrida, con un mínimo rigor y exigencia, debería haberse saldado con una oreja para Ferrera tras pasaportar al 5º, un buen toro de Los Recitales, Fanfarrón. Las demás orejas fueron de escaso peso y pañolaje. Incluso, algunos de los apéndices obtenidos los arrojaron los toreros al público a las primeras de cambio al dar la correspondiente vuelta al ruedo

Y Mariano Pascal nos cuent en Diario de Navarra la novillada de ayer en Fitero, que curiosamente, también era de Los Recitales

Los cinco kilómetros entre Fitero y Cintruénigo son la corta distancia que tuvo que recorrer el mayoral de Los Recitales tras la corrida del sábado y la novillada de ayer. Los novillos del hierro sevillano, que ya había estado presente en la corrida de San Raimundo, manifestaron un comportamiento ya habitual: bravos en el caballo y nobles y boyantes en el último tercio, destacando el comportamiento del tercero y el cuarto.
El valenciano Jesús Chover, incorporado a última hora al cartel, trajo a la plaza de Fitero aromas de toreo corajudo y comprometido. Comenzó el festejo a portagayola, intervino en quites en todos los toros, colocó banderillas de manera espectacular, llegando incluso a partir los rehiletes para llamar la atención del público. Destacó especialmente la forma que tuvo de parar al tercer novillo, rodilla en tierra y por verónicas, al que luego torearía con cierto temple en una faena basada en la mano derecha.
Tanto se confió el novillero que llegó a pasarse de faena. Tras dos pinchazos y una estocada atravesada, el éxito quedó diluido en una vuelta al ruedo.
Milagros de Perú, que ya había toreado en Fitero en su etapa sin picadores, mostró haber adquirido más oficio frente a los utreros. Pero esta mayor seguridad, hizo aflorar lo limitado de sus recursos y alejó al público de sus actuaciones. La espada y el temperamento del cuarto novillo hicieron el resto para que la peruana fuese silenciada.

Y lo del fin de ciclo de Peralta es de lloro. Cuatro festejos han sido los presenciados. Esta semana el del jueves de cuatro novillos. El sábado toros de Cambronell Hnos. de Salamanca. Ayer los Urcolas de Victorino, que los vende como si de joya ensortijada se tratara. Y claro, en localidades con gran tradición, que por falta de dinero, sin dejar de tener ¡nueve! días de fiestas, recortan el espectáculo taurino, que atrae a muchos de fuera, que vamos a ello, y pasamos por el Atalaya, por el Madrid, dejamos unas perricas tomando unos refrescos, a parte de las entradas, que en tres años ha pasado el tendido de a pie a costar un 50% más su entrada.
Aquí la empresa había reseñado una corrida de Dolores Aguirre, que un menda la fotografió en el campo, con unas hechuras de Navarra, pero avisaron este agosto que no había 'guitarra' para tanta fiesta. Es feo hacerlo tan tarde, pero la rspuesta del gerente de esa casa no deja de ser de gran prestancia. -No se preocupen. Son cosas que pasan.- Para luego contarme que tampoco le importa mucho porque tienen tanta presencia los utreros, que seguro que el año que viene van a una buena plaza de Francia, o España, por caras, hechuras, y se puede afinar mejor el precio del lote.
Lo del sábado, desconocida ganadería, gratamente presentada y con muchas cosas que decir, terminó en manos de tres pelados que fuera de la escuela y el toreo de salón, no habían practicado más. Y eso se ve enseguida, y los aficionados y el público presente olieron el cangelo en los bípedos, que están algo más que verde para liarse la manta a la cabeza en esto de las picadas.
Y ayer, los Urcolas, desechos mal puestos, sin fondo, ni forma, ni casta, ni raza, ni pases, ni....
Fin de semana taurino en Navarra, con más encierros y sueltas en otras muchas localidades que celebran sus fiestas. Y es que, no en vano, Septiembre es el mes de los toros en esta tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario