domingo, 22 de julio de 2012

Diario de Sanfermines 2.012 (VII)



El día ocho fue otro impresionante día de toros. Por todos los costados. Después de ver el encierro por la tele, y salir ya de casa de buen humor, uno se acercó a cumplir las promesas del anterior día. Por tanto, me fui a los Corrales del Gas, y allí terminé las tareas que tenía por delante. Como a la tarde anterior ya había dado un abrazo al amigo Alfonso, me fui directo a su 'apartamento' con ganas de volver a ver a esos muchachotes. Y allí estaban, y ya el 41, junto al resto de la manada no sobresalía tanto. Es más el 171 a su lado parecía cuasi gemelo. Dos silbidos, nueve o diez fotos, y tarea hecha. Y me marcho. Pero, al salir, que aun me encuetro con Fernando y nos pusimos a charlar nuevamente sobre lo ocurrido ayer en su lote. No está de buena cara y hay que andar con tiento, pero le duele el 'dolores de cabeza' que le han titulado. Y me pregunta por qué no ponen 'gallo desplumado' ó 'ferrera sin oficio'. No hay justificación, Fernando, ha sido mala y no le dés más vueltas. Y prepara a los burelillos del próximo año, y trae dos tostados chorreados de la línea de 'Toquetito' y algún hijo de la 'Comadrosa' y verás que nos llevamos el premio otra vez. Me dice que la señora agradeció mis palabras, y sobre todo que era el único con el polo con el hierro de la casa en el día de ayer. En fin, abrazos, despedidas y a empezar el día.

Tras descargar las fotos y ponerlas en el blog para vuestro deleite, a la carrera que me voy para la ciudad. Solo, a mi aire, me llego hasta la plaza. En busca de Carlos Polite, mi amigo, un maestro en esto de la crítica, no se casa con nadie, y dice las cosas como las ve, y normalmente, son. Hoy cumple el erótico, y está cada vez más bajo de moral. Los amigos se mueren. Sus Sanfermines cada vez son más tristes, me dijo días atrás. Y el gran 'charlie' que no aparece. Pero me encuentro con Salvi G. Cebada. Abrazo, pésame sincero, esta vez en persona, y me mira nervioso, y le doy la enhorabuena por la gran presentación que ha traído. No me cree. Pero se para la conversación, aparecen amistades pamplonesas de esta casa, y uno se va de naja. Al club. Aperitivo, charla con los 'sabios' del lugar. Y a esperar. He quedado con Víctor Soria a comer en el club taurino. Y la espera fue larga. Venía con el 'Angel' un colega que trabaja en una ganadería, y que se le hace tarde la salida desde Salamanca.

Lo que les voy a contar es un secreto. Víctor y su colega viene a ver a Javier Castaño. Y eso no es una novedad. El 'Angel' ha estado incluso en su cuadrilla. Y venir a ver a Javi es de los mejores kilómetros que uno puede aprovechar en estos días de taurinismo tan bajo. El secreto es que, hablando semanas atrás del tema, me pidió unas entradas para ir a sol. ¡Eh! ¡Llevo quince años sin pisar el sol! Si es por el dinero, hay entradas a su precio en sol y sombra. Bueno, precio y quiero comprobar esas aberraciones que dicen de sol in situ. Y tiene razón. Es más, les cuento, yo voy a subir algunos días con la peña porque me siento libre, y de verdad, quiero ver si ese contubernio nazi-etarra para terminar con los toros en Pamplona se cuece entre esa 'gentuza'.

A las cuatro y cuarto empezamos a comer. Bueno ellos, yo ya no tenía ni ganas. Con todo lo que llevaba picoteado, la verdad es que las ganas se habían largado. Charla, recuerdos y risas, comentarios a su último libro 'José Tomás en vena', que os recomiendo, y a los toros. Van un poco sobreaviso de qué se pueden encontrar. La verdad es que el acojonado soy yo. Tantos años sin subir, la gente de la peña me va a mirar como a un extraterrestre. E igual, a la primera salgo de color rojo. Y es que, odio mancharme. En fin, 'alea jacta est'.

Y subimos a sol, en lo que dicen lo peor de la mala gente. Y es cierto que nos sentamos cómodos, que la gente está más de pié. Como antes en el fútbol. Y lo pasamos de coña. Vimos los toros sin problema. Nos dieron de merendar. Comer para ellos otra vez. Nos pasaron de todo. Todo el mundo se sorprendía al verme. Incluso me decían que querían hablar por el micro, pensando que estaba haciendo una retansmisión desde allí. El caso es que vimos un miurada alo extraña. Pepe enviando mensajes de Jerez si aquello era Miura o Cuvillo. Castaño hecho un tío, con dominio de lo que hace. La corrida que estuvo bien. La compañía increíble. Y los momentos muertos, memorables.

Creo que los dos salmantinos vivieron una experiencia única. Sólo ellos podrán hablar de ella. Pero, por mis charlas con Víctor durante la corrida, fue muy buena. Encima, en mi peña hay unos pocos tarados de esto. Uno de ellos, mi colega Angel, que es socio del club taurino, que voy con él a muchos sitios cercanos de Francia o de aquí a ver toros, y que junto a Amaia, su mujer, nos ha cuidado y mimado al detalle. Imbuidos por el ambiente, vamos escudriñando al personal. Qué hacen entre toro y toro. Cómo se comportan. Buscamos los panfletos manipuladores. Intentamos localizar a los tres o cuatro agitadores que alborotan el gallinero y fuerzan a la rebelión. Y desde las cinco cuarenta y cinco que llegamos hasta la salida casi a las nueve, hemos sido muy torpes. No hemos localizado nada de lo que buscábamos. Y Víctor y e colega que tiran para su tierra. Han venido, han visto, han disfrutado. Castaño ha estado hecho un tío. Se lleva una pelúa de mucho peso, cortada a un Miura en Pamplona. Y encima hemos disfrutado con todo. Y despedidos en la plaza, que me voy al patio de caballos con mi colega. Enhorabuena al mayoral. Y encuentro con Salvi Cebada, otra vez. Le da la enhorabuena mi compadre por su corrida presentada. Me mira, y le digo que sí. Que este año se lleva el premio. No me cree. Según Angel parece que me teme. Pero es que, como llevo tres años dándoles por saco, eso dicen ellos, no se creen que les dé la enhorabuena de antemano. Y en esto que llega el hermano pequeño, José, y siguen sin creerme. Y de ahí al club a echar el remate y la tertulia sobre lo ocurrido.

Creo que no hemos visto a unos 'miuras' a los que acostumbramos, digo yo, porque la presentación ha sido desigual. Aunque es cierto que lo sucedido en los corrales con las dos pérdidas y los cambios han ayudado a que los toros, muy nerviosos, apenas hayan echado bocado. Tampoco es como para llamarlos 'cuvillos' pero desde luego, que han estado con unos andares nobles y sin echar mordiscos a los que la gente de la tertulia, canosa perdida, no recuerda. Y sale lo de siempre: 'esto no se estará mezclando?' ¡Ya estamos! ¡Sí, con Daniel Ruiz y Torreherberos! les digo. Y aparecen los 'cebada' por la calle con Alicia, la mujer de Salvi, al frente. Besos, abrazos, risas. Y con ella, entre hoy y mañana tendré una charla privada que me aclara muchas cosas, y me deja muy tranquilo. Alicia me cree a la primera que estoy muy contento con los toros traídos, y les salta que si yo le he dicho a su marido que van a triunfar, pues ya está. Trofeo seguro. Y le doy un beso agradecido.

Y así sigue la charla,...y el ocaso va llegando a la ciudad. Hace buena noche, y los toros se alargan, y se alargan... y como diría mi mujer: ¡qué pelmas sois, siempre hablando de lo mismo! Y es que estamos en Sanfermines, y es lo que toca. Pero, ya tendrá tiempo de decirnoslo. Mañana viene con mis hijos que mi padre cumple ochenta y muchos, y ya no hay que dejar pasar ningún cumple. Y vamos todos a comer al pueblo. Eso sí, comida, y a los toros. Y charlando con Angel ya no me cabe duda. Me voy a sol el resto de la feria. Tengo mi abono de sol, pero puedo ir deambulando por sombra, día aquí, otro allá, solo y con ignorantes desconocidos al lado, casi seguro. Me voy con Angel, y el año que viene ya veremos.

Es domingo, día 8 de julio, bueno creo que ya ha terminado, y ¡qué Sanfermines!


P.D. la foto está echada media hora antes de comenzar la corrida. Luego la gente no se arremolina en el vomitorio. No por disculpar nada, sino porque sería una locura quedarse allí. Acabarían siendo cebo de todos los vasos del lugar.

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